Cómo imprimir tu arte digital
¿Quieres vender o exponer tus creaciones digitales, pero no sabes qué necesitas para imprimirlas sin que pierdan detalle? En este artículo, además de ver las diferencias entre imprimir tus obras por tu cuenta o encargárselo a una imprenta, te recomendaremos varias impresoras y te daremos consejos para adaptar la impresión a tu presupuesto.
Si piensas exponer tus obras o venderlas online, tu producción debe tener una calidad calidad giclée. El término se basa en la palabra francesa gicleur, el término técnico francés para los inyectores. En otras palabras, para conseguir una impresión giclée necesitamos una impresora de inyección.
En este artículo veremos este tipo de impresoras, pero dado que comprar, utilizar y mantener impresoras giclée no está al alcance de todos los bolsillos, también explicaré qué podemos hacer con un presupuesto más ajustado y cómo hacer encargos de impresión. Eso sí, yo siempre te voy a recomendar que intentes aspirar a la mayor calidad posible, ya que se supone que quieres monetizar tu arte y ganarte una buena reputación.
Hoy en día, el giclée se asocia con los equipos de inyección que utilizan tintas a base de colorantes o pigmentos y sustratos. Los principales proveedores de estos productos son Canon, Epson y HP. Sólo las impresoras que pueden imprimir en soportes A2 (al menos 24 x 20 pulgadas) o más grandes proporcionan la calidad requerida.
Las impresora de sobremesa no dan la talla, principalmente porque no se puede linealizar y gestionar el color adecuadamente. Si te conformas con imprimir en un tamaño pequeño de A3 (o en papel de 16 x 12 pulgadas) y con papel de calidad no profesional, las impresoras fotográficas podrían servirte.
En resumen, necesitamos:
- La mejor calidad de impresión que puedas permitirte. Por ejemplo, si las especificaciones mencionan un tamaño de gota de tinta de 3,5 picolitros, conseguirás una resolución muy alta gracias a su reducido tamaño.
- La mayor resolución de impresión disponible con el mayor número de tintas. Por ejemplo, una resolución de 2400 x 1200 ppp combinada con el uso de entre seis y diez tintas.
- Tintas que garanticen una alta resistencia a la luz (que el color no se degrade con el tiempo por la luz) y que preserven su calidad.
- Un dispositivo que pueda imprimir en una amplia gama de materiales como en algodón, papel fotográfico brillante, papel satinado, papel mate, lienzos, películas, vinilos, textiles, etc.
Diferencias entre la impresión doméstica y la profesional
Todos los dispositivos de gama alta del mercado son impresoras PostScript y se manejan mejor a través de un “procesador de imágenes de trama” (RIP), que es una aplicación para controlar la extracción de la tinta de cada cabezal al imprimir. Hay varios motivos por los que esto es importante:
- Ahorra en gastos, ya que permite controlar la cantidad de tinta que se aplica.
- Aumenta la calidad que es capaz de proporcionar el controlador de la impresora.
- La reproducción del color es muy precisa.
- En algunas impresoras, es posible aumentar la longitud del área imprimible, lo que ahorra más gastos.
Todas estas impresoras deben calibrarse (o “linealizarse”) antes de crear los perfiles de color e imprimir. Este es el paso más importante del proceso, ya que estabiliza la impresora en función de la tinta y el tipo de medio que vaya a imprimirse.
Estos preparativos son inherentes a la impresión profesional, independientemente del tipo de impresora que utilices o del servicio profesional al que encargues la impresión.
Si te estás iniciando en este ámbito o tienes un presupuesto ajustado, lo mejor será que utilices una impresora fotográfica para imprimir tu arte. Pero aun así, no te recomiendo prescindir del RIP. Solo me plantearía usar el controlador del fabricante de la impresora, sacrificando con ello calidad y control en la impresión, si mi presupuesto fuese prácticamente nulo. Cosa que está bien siempre y cuando no tengas pensado exhibir tu arte en ningún evento importante. Si tienes pensado exponer tu arte, te recomiendo que encargues la impresión a un servicio externo o a una imprenta local.
Impresión doméstica
A la hora de imprimir tu trabajo, lo ideal es que trabajes con colores CMYK si quieres una representación precisa y un control total de la distribución de la tinta, algo que conseguirás con los controladores de la impresora y los perfiles de color del fabricante. Esto implica que tendrás que invertir en un buen RIP. Ten cuidado, pues también existen RIP “falsos” que dependen del controlador de la impresora, por lo que no son de utilidad. Si quieres uno barato pero fiable y fácil de usar, te recomiendo el Fiery RIP de EFI. Muchos vendedores lo utilizan en sus máquinas para producir grandes cantidades. Hay otros RIP en el mercado, pero la gran mayoría son mucho más difíciles de usar que el Fiery de EFI.
Si vas a exponer tu arte, querrás comprar una impresora de inyección de tinta de gran formato.
El combo de impresora y RIP te puede costar de 1300 a 11 000 dólares americanos, dependiendo del tamaño de impresión, la resolución y las especificaciones del dispositivo; algunas impresoras, por ejemplo, incorporan un cortador de papel.
Ten en cuenta que si decides comprar tu propia impresora profesional, te tendrás que encargar también de su mantenimiento. Para configurar una impresora en modo CMYK, hay que linealizar la impresora y crear perfiles de impresión y color para cada tipo de medio que quieras imprimir, y tendrás que repetir el proceso cada vez que compres nuevos tintas y materiales.
Normalmente puedes comprar o descargar perfiles de color genéricos para la combinación de impresora y medios que utilices, pero como cada lote de tinta, papel y lienzo difiere ligeramente, siempre obtendrás resultados ligeramente diferentes.
Ten todo esto en cuenta si estás empezando con un presupuesto bajo y aún estás experimentando.
Para lograr una verdadera calidad digna de exposición, también deberás invertir en un espectrofotómetro. El único que está actualmente disponible a un precio asequible y que ofrece resultados profesionales es el i1Pro de X-Rite.
Pero si estás empezando o tu presupuesto es limitado, puedes optar por un kit de Datacolor. No te dará la misma precisión que el equipo de X-Rite, pero al menos tu bolsillo no se verá tan afectado. Si te sobra el dinero, compra el i1iO de X-Rite, un sistema de escaneo de muestras automático diseñado para la fotografía, el diseño y la impresión que evita que tengas que hacer la medición del color manualmente. El i1iO te hace el trabajo en cuestión de minutos, mientras que la medición manual no solo es frustrante, sino que en ocasiones puede llevarte una eternidad.
Si quieres imprimir tu arte en tazas, ropa y otros productos que no sean planos, puedes comprar una prensa térmica, aunque no es fácil de usar. Es mejor encargar este tipo de impresiones a alguna una imprenta local o servicio en línea.
Externalización del proceso de impresión
Si aún te estás iniciando en el arte o tu presupuesto es ajustado, puedes optar por la impresión bajo demanda o publicación bajo demanda (POD). Con este servicio, no tienes que invertir en equipos ni aprender a manejar una impresora profesional. Además, la calidad resultante está a un buen nivel y el precio por impresión es apenas un poco más alto que si lo hicieras personalmente. Aunque no recomendaría este tipo de servicios si tu obra va destinada a una exposición, ya que necesitas mantener un control constante del material durante todo el proceso.
Al contratar un servicio POD, como Printify o Kyte.li, debes facilitar los archivos en un formato listo para imprimir y adaptado a las especificaciones de la impresora que utilizarán para imprimir tu arte. Después, solo tendrías que vender online tus materiales ya impresos utilizando algún proveedor de servicios de comercio electrónico.
El proceso de trabajo inicial con un servicio POD es muy similar al de trabajar con una imprenta profesional, otra opción viable si tienes alguna cerca. Los servicios de las imprentas suelen ser más caros, pero a cambio seguramente te permitan darles instrucciones más precisas durante todo el proceso de impresión.
Algunos servicios de venta de arte en línea cuentan con instalaciones de impresión propias o subcontratan el trabajo. Society6, por ejemplo, imprime y envía los pedidos de forma internacional. No solo imprimen en hojas de papel, textiles y lienzos, sino también en objetos tridimensionales como tazas y fundas de iPhone.
Introducción a los distintos tipos de impresión
Veamos qué tipos de impresoras hay disponibles para imprimir nuestro arte.
Las impresoras de inyección de tinta de gran formato utilizan cabezales de impresión con boquillas muy pequeñas. Cuando se activan, las boquillas rocían gotas microscópicas de tinta sobre el medio. Para que una impresora se considere de gran formato, debe ser capaz de imprimir en sustratos de hasta 24 pulgadas de ancho.
Las impresoras fotográficas y de oficina de menor tamaño, por otra parte, cuentan con pocos inyectores, carecen de la tecnología de goteo avanzada antes mencionada y no pueden controlarse mediante un RIP. Las impresiones producidas son de baja calidad, por lo que no se recomiendan para imprimir arte.
Las impresoras fotográficas más grandes se diferencian de sus versiones menores no solo en tamaño, sino también en calidad. Cuanto mayor sea el tamaño, más se incrementa el precio del equipo. Los fabricantes suelen incluir muchas funciones en estos dispositivos, ya que les resulta muy rentable.
La mayoría de las impresoras de inyección de tinta UV entran en la categoría de impresoras de inyección de tinta, pero también son enormes prensas industriales que fijan la tinta al sustrato y la vulcanizan o “curan” con luz ultravioleta. Se usan mucho en la señalización y en la impresión de pancartas y paneles grandes como los publicitarios.
Las impresoras de sublimación de tinta emplean tinta sólida que debe calentarse antes de aplicarse. La tinta, una vez seca, parece cera y es permanente. Estas impresoras se pueden utilizar para imprimir en tazas, ropa y metal.
Las impresoras láser a color son extremadamente difíciles de manejar y no hay ningún RIP compatible con ellas. El tóner de color no es permanente ni resistente a la luz. Las impresoras láser solo pueden imprimir en papel.
Las prensas térmicas no son impresoras de por sí. Se utilizan para aplicar diseños mediante transferencia de calor (láminas coloreadas de resina sintética o plástico como el vinilo) en productos como ropa, tazas y vasos vasos por medio de la temperatura y la presión.
Impresoras recomendadas
El modelo A2 de Epson, la SureColor SC-P800, tiene un tamaño mínimo de gota de tinta de 3,5 picolitros y una tecnología de goteo variable que puede producir hasta tres tamaños de gota diferentes por línea de impresión y a muy alta resolución.
La HP DesignJet Z9 tiene una resolución optimizada a 2400 x 1200 ppp, utiliza nueve colores para la tinta (cian, magenta, amarillo, negro mate, negro foto, rojo cromático, verde cromático, azul cromático y gris) y ofrece la posibilidad de instalar un potenciador de brillo.
Para los aspirantes a artistas con poco presupuesto, la A3 + Pixma Pro-100S Mk II de Canon ofrece una buena calidad de impresión con una alta resolución de 4800 x 1200 ppp, ocho colores y tintas ChromaLife100 por unos 500 dólares americanos. Por ese precio, obtienes una tinta con una buena vida útil y la posibilidad de manejar el dispositivo con un RIP. El único inconveniente, que por suerte es menor, es que, incluso con un RIP, no podrás imprimir en soportes que superen las especificaciones de la impresora, a diferencia de lo que ocurre con otras máquinas.
Qué buscar en un proveedor de impresión y cómo comprobar la calidad de impresión
Antes de confiar tu trabajo a un proveedor de impresión, intenta buscar experiencias de otros usuarios y comentarios sobre su servicio en Google. Si las opiniones son positivas, intenta enviarles un archivo de prueba que te permita comprobar la precisión del color y la calidad de las líneas (irregularidades, etc.) producidas.
Busca los errores, como bordes de color desalineados. Si ves alguno, significa que al equipo le falta mantenimiento, que es antiguo o que la experiencia de los operarios es insuficiente. Para tazas y otros objetos 3D, comprueba la resistencia de la tinta a los abrasivos, los detergentes y los arañazos.
Asegúrate de que tu arte está listo para su impresión
Exporta las imágenes de tu arte a 300 ppp o más (300 ppp equivale a calidad giclée), o según las indicaciones de la imprenta o del servicio POD.
Las imágenes rasterizadas (JPEG, TIFF, PNG…) están formadas por píxeles y no pueden ampliarse sin pixelarse. Por el contrario, el arte vectorial se puede redimensionar a voluntad.
Si tu archivo está en formato vectorial, también puedes exportarlo como un archivo rasterizado de la resolución exacta que necesites (o cualquier otra) en un formato como TIFF. TIFF es el formato más compatible con las impresoras.
Si imprimes con un RIP, convierte siempre tu obra a CMYK y comprueba la precisión de los ajustes de conversión. Siempre debes comprobar la precisión del color con una primera impresión. Si estás utilizando tu impresora doméstica, imprime una tira de control en el margen del papel y analízala con tu espectrofotómetro. También debes revisar la densidad de la tinta con tu espectrofotómetro o un densímetro.
Por último, si estás trabajando con una imprenta local o con un servicio o proveedor de POD, mantén la consistencia en el color de tu obra exportando el archivo con el mismo perfil de color del dispositivo de impresión que utilicen. Después, mediante las funciones de gestión de color de tu software, corrige las irregularidades.
Estos son los factores que más comúnmente conducen a una mala impresión:
- Archivo en formato incorrecto
- Documento de tamaño incorrecto
- Colores configurados en un espacio de color incorrecto (p. ej., RGB en lugar de CMYK)
- Errores relacionados con los márgenes
- Baja resolución
Cómo y dónde vender impresiones artísticas
Una vez que tienes impreso tu arte, puedes elegir entre tasarlo o ponerlo directamente a la venta. Ambas cosas se pueden hacer online. Algunos ejemplos para cada categoría:
Concursos y eventos de arte
CGTrader Digital Art Competition
Artists Magazine Annual Art Competition
Página de concursos de Concept Art World
Servicios que ofrecen todo lo que necesitas: desde la impresión hasta la venta
Sitios que ofrecen servicios de venta o POD
Sitios que ofrecen solo servicios de venta
Sobre Erik Vlietinck
Erik Vlietinck lleva ejerciendo de escritor y subeditor independiente desde hace más de 30 años, creando contenido de alta calidad en inglés y holandés. Tiene experiencia en la impresión industrial y la producción de vídeo y audio en Mac, así como con el diseño gráfico, la publicación digital y la gestión del color, entre otras materias. Como periodista y analista, Erik colabora con publicaciones de Estados Unidos y el Reino Unido mientras presta sus servicios de redactor técnico a empresas tanto pequeñas y medianas como de la lista Fortune 500. Es un ávido dibujante a lápiz y pintor con medios acrílicos. Algunas de sus obras se exponen en su ciudad natal, Amberes.