Cómo diseñar dragones asombrosos y realistas
La artista Lindsey Alvord nos cuenta cómo crea dragones que quitan el hipo usando su imaginación. Dibujaremos cada uno de sus elementos tomando como referencia animales reales para dar más realismo a nuestros dragones. Ya verás, ¡estarás diseñando tus propias criaturas en un abrir y cerrar de ojos!
Veo que te mueres de ganas por dibujar dragones, pero que no sabes muy bien por dónde empezar.
No pasa nada. ¡Todo tiene un principio!
Empezaré compartiendo mi punto de vista sobre estas bestias míticas y te mostraré mi metodología a la hora de dibujarlas.
Ten en cuenta que esta es tan solo mi forma particular de dibujarlas.
Hay muchas otras maneras, así que no tienes por qué hacerlo igual que yo.
Después de todo, ¡los dragones son fruto de nuestra imaginación!
Paso 1: Empieza usando referencias
Dado que los dragones no son reales, te estarás preguntando en qué animales puedes basarte para dibujarlos. Pues lo cierto es que tenemos unas cuantas opciones muy a mano.
Personalmente, suelo diseñarlos inspirándome en algunos animales ya extintos, además de en otros que siguen vivitos y coleando. Si sabes cómo sacarles provecho, hay infinidad de referencias con las que experimentar.
Por ejemplo, que no te den miedo las alas de los dragones, pues solo tienes que fijarte en cómo se estructuran las de los murciélagos y replicarlo. Estos usan sus manos para volar y, si observas desde cerca, verás que los ligamentos de las alas parecen dedos largos y finos.
La grulla es otro animal al que podemos recurrir cuando necesitemos inspiración. Me fijo principalmente en las aves para analizar la unión entre sus cabezas y cuellos. De hecho, cualquier ave puede servirte como referencia para dibujar dragones enteros.
Los dragones también recuerdan a los reptiles, así que de ellos también cojo prestado.
Cualquier tipo de reptil sirve. Lagartos, serpientes, tortugas… Hay muchos reptiles que podemos usar como guía.
Nos ayudan a dar una apariencia general a nuestro dragón, a posicionar los ojos y a agregarle texturas.
Y por supuesto, no puedo dejar atrás a los dinosaurios.
Paso 2: Dale forma al cuerpo
Ahora que ya contamos con unas cuantas imágenes de referencia, toca pasar a la acción y dibujar un diseño creíble para nuestro dragón.
Los dragones se pueden dibujar de mil formas diferentes, por lo que el proceso de dar con el diseño adecuado puede resultar desalentador en ocasiones. Si no te pones ciertos límites, el diseño podría tornarse excesivamente confuso. Incluso podrías perderte en el dibujo sin saber siquiera dónde deberían ir las extremidades. Las formas básicas, junto con las numerosas referencias recopiladas, deberían ayudarte a evitar dicha situación.
A continuación puedes ver algunos ejemplos de bocetos iniciales de mis dragones. Intento atreverme con todo tipo de diseños y no solo con los de corte europeo.
Integro gran parte de mis conocimientos en elementos de mis dibujos como los músculos y las articulaciones.
Uno de los aspectos a los que doy más importancia es a la forma en la que la cabeza se une con el cuello.
Hay grasa, pliegues cutáneos, materia ósea y muchas más cosas bajo la piel que quedan ocultas.
Para sostener la pesada cabeza del dragón, el cuello debe ofrecer la suficiente estabilidad.
Dependiendo de la posición del cuello y la cabeza, puedes hacer a tu dragón amenazador, dócil o incluso inseguro.
Otro desafío al que nos enfrentamos es al de unir la cabeza y el cuello al cuerpo. Intenta imaginar animales reales cuando te toque realizar este paso. También puedes aplicar tus conocimientos de anatomía humana.
Normalmente coloco el cuello sobre la caja torácica.
Paso 3: Añade las extremidades
Dependiendo del tipo de dragón que estés dibujando, tendrá unas extremidades u otras, y adaptarlas al diseño de la bestia puede ser un auténtico dolor de cabeza. Por suerte, nuestras referencias reales pueden darnos unas cuantas ideas.
Las zarpas, las garras y las alas son mis partes preferidas.
Pertenezco a ese grupo de personas que disfruta categorizando a sus dragones por temáticas. En otras palabras, intento dar un aspecto reconocible a mis dragones. He diseñado el que nos ocupa para que parezca el clásico e imponente dragón europeo, aunque con algunas pequeñas licencias.
Hace poco intenté dibujar un dragón con un aspecto digno de un rey de la selva. Esta vez también quiero respetar el tema que le he otorgado, así que le dibujo extremidades acordes a este.
Un problema recurrente al dibujar dragones es que cada vez que damos a uno patas delanteras, traseras y alas, estamos también inventando una estructura anatómica única, pues esto implica agregarle un tercer conjunto de extremidades. Esta construcción nacida de la inventiva puede resultar en un desafío interesante.
En teoría, podrías simplemente limitarte a añadirle un par de alas y dos de extremidades, pero…
Prefiero coger el toro por los cuernos y tomármelo como si estuviese diseñando un humano sobrenatural con extremidades adicionales. Los dragones necesitan músculos y tendones para mover sus alas… Piensa en ello y experimenta con tu imaginación, es muy probable que te acabes sorprendiendo con el resultado.
Paso 4: La cresta
Muchos dragones comparten un mismo rasgo distintivo: los cuernos. Los cuernos de los animales reales suelen formar parte de su cráneo; huesos que se extienden más allá de la piel. Igual que ocurre con las uñas, las garras y las espinas.
No dudes en dejar volar tu imaginación al dibujar la cresta de tus dragones. Si no se te ocurre nada original, siempre puedes optar por el clásico par de cuernos, pero seguro que un diseño único hará más interesante a tu dragón.
Paso 5: Unifica todos los elementos
Ahora que ya tienes clara la teoría, toca pasar a la acción, pero ¿cómo podemos unificar exactamente los elementos de una criatura mitológica como esta?
No nos engañemos, es algo que requiere práctica, además de un buen ojo para el diseño. En este artículo, intentaré explicar cómo llegar del punto A al punto B.
Lo más probable es que tus resultados iniciales no sean los esperados, a menos que conozcas tanto la estructura ósea como la muscular. Si logras comprender los movimientos articulares de las patas delanteras y traseras, así como la capacidad de los huesos de formar ángulos peculiares y marcados, también conseguirás dar un aspecto más sofisticado a tus dragones. La imaginación y la inventiva pueden ser muy buenas aliadas, pero si dependes únicamente de ellas, tu diseño acabará perdiendo credibilidad.
Saber cuándo y cómo usar las distintas herramientas que tienes a tu disposición es lo que separa a los artistas principiantes de los veteranos.
A través de la práctica, desarrollarás la habilidad necesaria para crear dragones alejados del aspecto tradicional.
Algo que me ayuda mucho a la hora de diseñar un dragón es escribir una lista con sus capacidades. Voy a enseñarte el concept de mi dragón rey de la selva como ejemplo.
Con todo esto dicho, creo que ya podemos dar forma a nuestro dragón.
Esto es solo un ejemplo del infinito abanico de posibilidades disponible.
No tengas miedo de explorar todas ellas y de analizar los trabajos de otros artistas.
¡Hay dragones de lo más originales e increíbles esperándote ahí fuera!
He disfrutado (y en ocasiones sufrido) mucho tratando de imitar elementos de las obras de mis artistas favoritos.
Tus fuentes de inspiración también pueden llegar a ser grandes fuentes de conocimiento.
Espero que hayas disfrutado de este tutorial. ¡Te deseo mucha suerte en tus futuros proyectos!
Lindsey Alvord es concept artist e ilustradora freelance. Además de aceptar encargos independientes, también ha trabajado en la industria del videojuego y de los juegos de mesa. Adora la fantasía, y los dragones ocupan un lugar especial en su corazón. En su tiempo libre disfruta construyendo sus propios mundos.
¿Te interesa el concept art o convertirte en concept artist?
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