Cómo dibujar poses dinámicas

 

1. Entender la figura

Dibujar una pose correctamente no requiere que carguemos con un libro de anatomía todo el tiempo, no es una tarea complicada, la observación y la práctica son nuestras mejores herramientas, y si en algún punto nos sentimos muy curiosos (y ruego porque así sea), le echaremos un vistazo a ese libro de anatomía, que nunca está de más.

 

Incluso si el estilo de dibujo se aleja del realista, algunos de los aspectos que hacen a una pose interesante y creíble son los mismos: fuerza, ritmo, línea de acción, construcción y perspectiva.

 

2. Observación

La referencia que tenemos más cercana somos nosotros mismos. Al mirarnos frente a un espejo y empezar a movernos, notaremos que nuestro cuerpo trabaja como un solo elemento.

 

Al subir un brazo, no sólo se mueve esa extremidad como la “pieza” de un juguete que fácilmente extraemos y nada tiene que ver con el resto de la figura (A) ¿cierto? El hombro también se levanta, y muchas otras partes del cuerpo siguen esa dirección (B).

 

 

De eso se trata la observación, poner atención a esos detalles y características del cuerpo.

 

3. Fuerza y ritmo

Nuestros personajes se mueven gracias a su fuerza interna, son capaces de caminar, saltar, bailar… ¡lo que se nos ocurra! Pero a no ser que estén flotando en el espacio, no es la única fuerza que actúa sobre ellos, pues la gravedad lo mantiene con los pies en la tierra.

 

 

Cuando dos o más fuerzas están interactuando conseguimos ritmo, que proporciona equilibrio y sentido al movimiento.

 

 

Si a nuestro personaje lo empujan hacia la izquierda, su cuerpo caerá hacia esa dirección (A) a no ser que él imponga resistencia para mantenerse en pie (B).

 

 

O si el personaje quiere tirar de algo que se rehúsa a mover (A) su cuerpo irá en dirección contraria. Evidentemente, cuando el gato ceda ante la fuerza, nuestro personaje caerá pues no tendrá otro punto de apoyo.

 

 

La fuerza y el ritmo proporcionarán muchísima información visual con la cual podemos jugar: cuánto pesa nuestro personaje (1), si su pose está en equilibrio (2) o, al contrario, acaba de perder total control de su postura (3).

 

 

4. Línea de acción

La línea de acción es una guía imaginaria que proyecta el movimiento de nuestro personaje. Se enfoca en las acciones y ayuda a unificar toda la figura.

 

 

Un par de ejemplos donde observamos la fuerza, el ritmo y la línea de acción interactuando:

 

Ejemplo 1: Línea de acción en pose relajada

Este personaje (1) tiene una pose relajada, está apoyada sobre su brazo derecho. En la figura número dos (2) vemos su línea de acción, recorre todo su cuerpo hasta llegar al pie, la forma es ligeramente parecida a una S.

 

 

Entendemos perfectamente que es una pose relajada porque su peso descansa sobre un solo punto (3) y lo único que necesita es mantener el equilibrio con su pierna izquierda, que se mantiene tensionada mientras que la derecha descansa.

 

Ejemplo 2: Pose de acción

La siguiente pose es mucho más dinámica, por lo tanto, hay muchas cosas ocurriendo en este dibujo.

 

 

En este caso he mostrado tres líneas de acción, pero considero que las número (1) y (2) son las esenciales, las que verdaderamente cuentan la historia. La primera recorre toda la figura de pies a cabeza, la segunda va en dirección opuesta, mantiene un equilibrio formando una X. La tercera simplemente señala un elemento que da mayor estabilidad a la pose.

 

 

¿Qué ocurre en este dibujo? Hay una fuerza que empuja nuestro modelo hacia una dirección opuesta a su mirada, muchos elementos que acompañan la pose, como el cabello, la ropa y el polvo del suelo, sugieren que la fuerza proviene del lado derecho, y estos por ser más ligeros se ven afectados por la rapidez con la que actúa esa fuerza.

 

 

Sin embargo, esta chica quiere contrarrestar esta fuerza imponiendo la suya propia, su intención es no dejarse derrumbar.

 

 

Ejemplo 3: Pose de acción 2

Nuestro personaje, esta vez un beisbolista, gira su cuerpo para tener el impulso suficiente y contrarrestar la fuerza de la pelota para enviarla lejos ¿No te da la impresión de que será un home run aunque no hemos visto todavía cómo termina esta escena? Es la magia de la anticipación, el buen manejo de estos tres aspectos (fuerza, ritmo y línea de acción) guiará al público por el camino que has marcado, muy importante para cualquier artista del cómic.

 

 

Es importante no sobresaturar nuestro dibujo con varias líneas de acción, pues podría confundir la intención del personaje, la fuerza iría a distintas direcciones y no se enfocaría en el movimiento que toma protagonismo.

 

5. Construcción

Está claro que el cuerpo es bastante complejo y resulta difícil dibujar proporciones adecuadas o alejarnos del plano 2D, es buena idea plasmar una base con la que podamos distinguir el volumen de cada elemento, así que interpretamos la estructura del cuerpo usando figuras geométricas como: esferas, cubos o cilindros.

 

 

Estas figuras pueden libremente girar, estirarse, flexionarse o torcerse según lo requiera la pose.

 

 

Representan claramente la dirección que toman los elementos del cuerpo, ¡pero recuerda!, debes prestar especial atención a los límites de las coyunturas, al llegar a un punto el cuerpo debe girar o torcer para avanzar en esa dirección, haciendo que la pose cambie drásticamente.

 

 

 

Con la práctica, esta síntesis se vuelve cada vez más sencilla pues mientras más comprendemos cómo funciona la figura, menos guías necesitaremos.

 

6. Perspectiva

La perspectiva nos transporta del plano 2D a la tercera dimensión, ubica a nuestro personaje en un mundo del cual también forma parte, proporciona más riqueza visual a la composición que mirándola únicamente desde un plano frontal.

 

La línea del horizonte es el nivel visual del espectador (1), los puntos de fuga son las líneas que se proyectan partiendo desde un punto en el horizonte (2). El siguiente ejemplo es una perspectiva con dos puntos de fuga que nos deja ver dos caras de la figura.

 

 

El cuerpo es más complejo, pero el principio es el mismo, en esta figura los pies y las manos son más pequeñas por efecto de la perspectiva, incluso nos sugiere cómo se proyectan las líneas del punto de fuga.

 

 

Las poses de acción siempre lucen más dramáticas cuando exageramos la perspectiva, e incluso cuando no es del todo correcta, las figuras se ven creíbles y las escenas tienen un aspecto muy interesante.

 

 

Aconsejo practicar y leer sobre la perspectiva tanto como sea posible, pues no es algo que se domine en un solo día, toma tantas referencias como puedas para analizarlas, llegará un punto donde sólo verás puntos de fuga por todos lados.

 

7. Líneas esenciales:

Un ejercicio muy efectivo para agilizar la observación consiste en dibujar poses, tomando como referencia fotos o personas reales, durante un reducido lapso de tiempo, el objetivo es captar la información esencial de la figura y, por supuesto, dibujar tantas poses como sea posible.

 

Este ejercicio también es genial para generar confianza a la hora de dibujar, no temas trazar la primera línea, aunque no sea correcta, evita borrar, enfócate y realiza trazos limpios y seguros.

 

Los siguientes ejemplos son poses hechas de 45 a 60 segundos cada una:

 

 

De principio concéntrate en dibujar el cuerpo entero, destacando la fluidez de las líneas y, si tienes más tiempo, puedes definir detalles y empezar a construir la figura.

 

 

No temas dibujar a través de los elementos, pues te dará una mejor noción de lo que ocurre en la figura a pesar de no poder verlo.

 

 

Exagerar las líneas es más que correcto, se siente mayor fluidez e incluso genera mayor credibilidad a la pose, por más loco que suene.

 

 

A menos que el modelo esté en un estado de absoluta rigidez, las líneas rectas no son la mejor opción. Para hacer poses más naturales las curvas son nuestras aliadas.

 

¡Espero que estos consejos hayan sido de mucha ayuda!

 

 

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